Los diferentes tipos de plásticos componen la mayoría de los objetos que empleamos en nuestra vida cotidiana. Este material es extremadamente útil y versátil. Sin embargo, es también controversial, pues tarda hasta 400 años en degradarse y no suele haber una adecuada clasificación de residuos.
Así que te contaremos su historia, sus componentes, dónde los encontramos y la relación entre su consumo y el cuidado del medio ambiente.
Breve historia del plástico
En 1863, el inventor John Hyatt desarrolla el celuloide que sería el primer tipo de plástico (Plastic Industry Association, s.f.). Pero es hasta 1907 que se crea el primer plástico sintético y durante la II Guerra Mundial se cuadriplica su producción (Science History Institute, s.f.).
Después de la guerra, las fábricas se enfocan en manufacturar productos de uso diario, especialmente empaques para alimentos (Plastic Industry Association, s.f.)
Tipos de plásticos y su composición
La palabra "plástico" hace referencia a materiales compuestos por polímeros. Es decir, largas cadenas de unidades pequeñas e idénticas que se repiten una y otra vez.
Según estas cadenas, hay dos categorías en las que se dividen los plásticos (Gelfand Center, s.f.):
Polímeros naturales: ocurren en la naturaleza, como la seda, la lana y la madera.
Polímeros artificiales: derivados de combustibles fósiles (petróleo). Estos se clasifican según su composición y método de reciclaje.
Los tipos de plásticos artificiales
Los polímeros artificiales se pueden clasificar en 7 grandes categorías, a saber (Hidayat et al., 2019):
Polietileno: material de las botellas plásticas. Una alternativa para su reutilización es transformarlas en eco-ladrillos (Botellas de amor, s.f.).
Polietileno de alta densidad: se encuentra en botellas de shampoo y productos de aseo. Estos plásticos pueden ser transformados para crear nuevos objetos.
Policloruro (PVC): tubos para cimentación de construcciones, empaques de alimentos, tarjetas de crédito, entre otros. Su reciclaje es difícil, por eso es importante emplearlo en construcciones duraderas y reducir su consumo.
Polietileno de baja densidad: materia prima de bolsas plásticas. Este se puede reciclar, pero lo recomendable es reutilizarlo lo máximo posible. Además, también pueden introducirse en los eco-ladrillos.
Polipropileno: empaques de alimentos como el yogurt, queso crema, etcétera. Es 100% reciclable, así que es importante separarlo correctamente.
Poliestireno: conocido como icopor. Se emplea especialmente en el sector de alimentos, para transportar comida y bebidas. Su reciclaje es difícil y suele terminar en rellenos sanitarios. Por esto, lo mejor es reducir su consumo.
Otros: plásticos no caracterizados o materiales a partir de mezclas de plásticos. Su reciclaje es igualmente difícil.
Plástico y cuidado del medio ambiente
Si bien este material es muy útil y versátil, comprender que en muchos casos no llega a ser reciclado. Lo que implica que perdurará por muchos años en el planeta. Por esto es importante reflexionar sobre la reutilización de los distintos tipos de plásticos que empleamos.
Consumir consciente e informadamente, ahorrar energía y reverdecer nuestros espacios -por ejemplo, con jardines verticales- serán grandes aliados para transformar nuestro hogar en uno más sustentable.
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