La clasificación de residuos se ha convertido en un objetivo prioritario para alcanzar la sustentabilidad. Según la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios (2022), Colombia produce anualmente 12.000.000 de toneladas de basura, pero solo recicla 17%, es decir, 2.040.000 de toneladas.
Frente a esta situación, es preciso tener claros los requisitos técnicos de la disposición de los desechos generados por actividades humanas. A continuación, te presentamos la clasificación de residuos y el procesamiento sostenible de materiales de construcción.
Clasificación de residuos: definición y medidas estándar
El método para la organización y tratamiento de los residuos sólidos se establece según los siguientes criterios (Ecoembes, 2020; Sánchez, 2020):
Composición
En este grupo existen cuatro categorías:
Papel y cartón: revistas, libros, cajas y cualquier objeto hecho con pulpa de celulosa.
Plástico: envases fabricados a partir de este material.
Vidrios: botellas, bombillas, ventanas y productos relacionados.
Otros: principalmente metales o materiales que necesitan procesos de reciclaje específicos.
Biodegradabilidad
Los desechos se separan por sus propiedades:
Orgánicos: elementos (comestibles o no) procedentes de plantas y animales; poseen un ciclo natural para su reincorporación en el medio ambiente. Sin embargo, hace falta gestionar su acumulación para prevenir plagas y enfermedades.
Inorgánicos: objetos hechos de plástico, metal u otras sustancias sintéticas. Por tanto, tardan mucho más en descomponerse y alteran el ciclo natural de los ecosistemas.
Origen
La recolección se lleva a cabo en función de su lugar de procedencia:
Domésticos: basura producida en los hogares. Por lo general orgánicos (restos de comida) e inorgánicos (recipientes plásticos o metálicos).
Comerciales: desechos asociados con establecimientos de bienes o servicios, como papeles, bolsas, cajas, etc.
Industriales: resultado de las diferentes actividades productivas. En este caso, existe una amplia gama de residuos peligrosos por sus condiciones químicas o radiactivas.
Hospitalarios: residuos orgánicos e inorgánicos altamente peligrosos debido a su interacción con agentes infecciosos y contaminantes.
Clasificación de residuos: manejo ecológico de las construcciones
Los materiales de construcción son inorgánicos e inertes. Atraviesan una biodegradabilidad prolongada, pero no sufren cambios físicos, químicos o biológicos destacables. Es así que la clasificación de residuos sigue este esquema:
Residuos de excavación
Preparar el terreno de construcción implica extraer grandes cantidades de arena, tierra y piedra. Su depósito inadecuado en lotes baldíos desencadena procesos erosivos, pérdida de cobertura vegetal y alteraciones para la fauna. Por tanto, se recomienda reutilizar estos elementos en el relleno de pilotes, fortalecimiento de bases y nivelación del suelo.
Residuos de construcción
Durante la fase de edificación, es posible que sobren materiales como tierra, ladrillos, madera, yeso, cal, y cemento. Es importante evitar que se transformen en partículas contaminantes suspendidas en el aire o disueltas en agua. Por ejemplo, el asbesto del cemento puede ocasionar cáncer de pulmón o afectar el equilibrio sedimentario de ríos o lagunas. Estos materiales deben reutilizarse en la adecuación de carreteras de tierra armada, rampas, bordillos perimetrales y gaviones.
Residuos de demolición
Las obras de construcción también dejan desechos relacionados con el derribamiento de edificios. Estos generan proliferación de partículas contaminantes y obstaculizan espacios por su alto volumen.
Estos desechos se pueden aprovechar de la siguiente manera:
Materiales pétreos para grava de jardines y elaboración de agregados.
Madera para placas de aglomerado.
Metales para vigas, revestimientos, fontanería, marcos de ventanas, etc.
Plásticos para impermeabilizar tejados y muros.
La clasificación de residuos es fundamental para el cuidado del medio ambiente. Los materiales de construcción requieren un protocolo riguroso para obtener el máximo beneficio socioeconómico y ecológico. Si quieres alcanzar la sostenibilidad, tus procesos deben estar orientados por prácticas de reutilización y reciclaje. Asesórate con un experto para evitar residuos y contaminación.