Trabajar en urbanismo implica comprender las necesidades actuales y futuras de las personas y el planeta. Por esto, los proyectos en los espacios urbanos deben evaluar qué demanda la población y cuál es su impacto en el ecosistema. De ahí que, implementar la sostenibilidad ambiental es una estrategia ineludible en el diseño urbano.
Esta garantiza el cumplimiento de políticas amigables con el planeta, sin descuidar las necesidades humanas. Entonces, ¿cómo integrar esta sostenibilidad en los proyectos urbanísticos? Descúbrelo aquí.
¿Cuáles son los pilares de la sostenibilidad ambiental?
Primero, ¿qué es la sostenibilidad ambiental? Esta puede considerarse como el conjunto de acciones tomadas para disminuir el impacto sobre los diferentes ecosistemas. El objetivo consiste en buscar, no solamente un mejor futuro, sino un óptimo presente (Ghisleni, 2022). Por ello, en este caso, las decisiones urbanísticas deben contemplar los principios medioambientales.
Algunos de los principales pueden ser mejorar la calidad de vida de las personas, implementar energías alternativas y prevenir la contaminación.
Dicho esto, la sostenibilidad ambiental busca equilibrar el cuidado de la naturaleza con el desarrollo de las grandes ciudades. Es decir, generar proyectos urbanos de calidad no significa ir en detrimento del medio ambiente; más bien, con dichas acciones se buscan los siguientes objetivos:
Promover el desarrollo económico sin dañar la naturaleza
Cuando se promueve el urbanismo, se piensa en garantizar soluciones a corto, mediano y largo plazo para las personas, incluyendo el apartado económico. Por ejemplo, garantizando que las empresas puedan instalarse en sitios seguros y confortables.
Sin embargo, esto no significa descuidar el medio ambiente. Desde luego, debe existir un equilibrio entre los espacios verdes, que implican la preservación del entorno, con los sectores corporativos. Por ende, la clave es conseguir esta armonía entre sostenibilidad ambiental y desarrollo económico (Ghisleni, 2022).
No comprometer los recursos naturales a futuro
Por otro lado, toda decisión que se tome desde una perspectiva sostenible con el medio ambiente debe contemplar el cuidado de los recursos naturales. Teniendo en cuenta que hablamos de recursos limitados y no-renovables, es necesario cuidar su uso. Así, se podrán evitar posibles problemas a largo plazo, como la falta de agua potable o la deforestación.
Del mismo modo, es necesario evaluar cada decisión pensando en cómo afectará al ecosistema. Por ejemplo, si se inicia una deforestación para construir una zona urbana, posiblemente se generarán sequías y se afectará la salud de diferentes especies silvestres (Itzkowitz, 2021).
Pensar en acciones de sostenibilidad ambiental para beneficiar al ecosistema
Además, se pueden tomar decisiones positivas en materia de transformación ecológica. En otras palabras, no solamente hay que alcanzar el equilibrio entre la naturaleza y el desarrollo tecnológico. Asimismo, es posible contemplar las decisiones urbanísticas desde el cuidado al ecosistema.
Por ejemplo, la construcción de áreas verdes, las acciones de reforestación, el uso de energías alternativas o la promoción de los medios de transporte ecológicos. Todas ellas pueden ser soluciones que no solamente no afecten al planeta, sino que también lo beneficien (Harper, 2023).
¿Cómo asegurar la sostenibilidad ambiental en el desarrollo urbano?
Aquí vamos con algunos consejos para asegurar la sostenibilidad ambiental en proyectos urbanísticos:
Planear obras y ciudades teniendo en cuenta los principios ecológicos
Esto requiere evaluar cuál será el impacto ecológico de cada una de las obras y ver si hay acciones para disminuirlo. Un ejemplo claro ocurre con la electricidad, necesaria para abastecer a diferentes unidades arquitectónicas. Entonces, ¿por qué no pensar en la instalación de paneles solares?
Estos garantizan el aprovechamiento de la energía solar, que es ilimitada y renovable. Además, ¡esta energía no contamina! Por eso, estas pequeñas decisiones pueden ser fundamentales para lograr ese equilibrio entre la sostenibilidad y el desarrollo social (O’Neill, 2020).
Comprender qué tipos de recursos involucrará el proyecto
Adicionalmente, es fundamental entender con qué recursos se cuenta para cada proyecto. Siempre que se pueda, es necesario utilizar materiales que no dañen el ambiente. Para ello, se deben implementar estrategias que sean poco invasivas para el medio ambiente y la salud de las personas. Por ejemplo, evitando la emisión de CO2.
Es decir, también se debe pensar en la salud de los trabajadores de la obra. Especialmente, si el proyecto supone altos niveles de contaminación. Por ende, pensar en cuidar el medio ambiente implica evaluar qué materiales se utilizan y su repercusión en el planeta y las personas (Itzkowitz, 2021).
Fomentar el uso de los materiales ecológicos y las energías renovables
Se pueden iniciar proyectos urbanos de vanguardia sin perjudicar al planeta. Esto se logra con materiales ecológicos, tales como, la madera, la celulosa, el barro cocido, el bambú, el acero reciclado y el vidrio. Cada uno de ellos genera un poco o nulo impacto en el medio ambiente.
Respecto a las energías renovables, cada vez más instalaciones promueven su uso. Esto abarca desde la ya mencionada energía solar, pasando por la energía hidroeléctrica o la geotérmica, entre otras. Estas instalaciones pueden ser beneficiosas tanto económica como ambientalmente (O’Neill, 2020).
En resumen, es posible incorporar decisiones de sostenibilidad ambiental en cada uno de los proyectos urbanos. Es más: todas las ciudades modernas tienen espacios destinados a garantizar el cuidado del ecosistema. ¡Así que esperamos que este artículo te sea de gran ayuda para implementarlo!
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