Los materiales naturales han estado ligados a las construcciones humanas desde antes de la llegada del petróleo y el desarrollo de la química. Sin embargo, con la industrialización se fueron desplazando… Hasta ahora, que han vuelto a ser tendencia por su potencial ecológico y resistencia.
Antes de entrar en el tema de los materiales provenientes de la naturaleza, es importante entender la clasificación de los materiales de construcción. Estos pueden ser:
Naturales: se caracterizan por encontrarse en la naturaleza y se clasifican según su origen, ya sea animal, vegetal o mineral. Por tanto, en su composición, unos son probióticos, es decir, provienen de seres vivos; otros son inorgánicos, como las piedras. Entre sus propiedades está que crean atmósferas cálidas, ya que sus tonos suelen ser suaves.
Artificiales: su origen incluye procesos de transformación porque son creados por el hombre. Una de sus características es que no existen en la naturaleza como tal. Por ejemplo, los plásticos. Generalmente, abarcan materiales aglomerantes como el cemento. También incluyen polímeros sintéticos y fibras de vidrio. Tienen todo tipo de usos como aglomerantes, sellantes, aislantes, pinturas, entre otros.
Los materiales naturales aportan sostenibilidad a las construcciones porque suelen ser duraderos y con un impacto ecológico controlado. Además, suelen ser más económicos. Pueden usarse tanto como elementos de diseño o en procesos arquitectónicos. Aquí te daremos algunos ejemplos de usos:
Materiales naturales para cimentación y otros usos
Los sistemas estructurales son muy importantes porque dan soporte y cimiento a las construcciones. Sin embargo, se pueden realizar bases seguras sin necesidad de usar materiales artificiales. A continuación, te compartimos una lista de materiales naturales que puedes utilizar en la cimentación:
Piedra: tiene una larga vida y requiere poco mantenimiento. Además, es un buen aislante acústico. Solo ten presente que requiere maquinaria para acabados finos y es difícil de transportar.
Bambú: puede tener una fuerza comparable a la del estaño y es liviano para transportar y almacenar. Lo único es que hay que someterlo a tratamientos que ayuden a evitar ataques de insectos.
Adobe, barro y tierra: son materiales fuertes y aislantes contra los ruidos. Sin embargo, no son adecuados para zonas muy húmedas.
Materiales que son aislantes térmicos y acústicos
Los aislantes térmicos ayudan a reducir la transmisión de calor a través de la estructura. Algunos materiales naturales que suelen usarse son:
Corcho: puede usarse en forma de virutas para rellenar cavidades.
Lana de oveja: cuando se humedece mejora su capacidad de aislamiento.
Fibras de coco y algodón: se usan en forma de mantas.
Por otro lado, para el aislamiento acústico puede usarse fibra de madera, corcho o cáñamo.
¿Cómo hacer instalaciones sustentables?
Uno de los puntos importantes en la construcción sustentable es el de las instalaciones eléctricas, la iluminación, el abastecimiento, entre otras. Su buen funcionamiento interviene directamente en el consumo de recursos naturales. Afortunadamente, en algunos casos, se pueden usar materiales naturales:
Los tubos eléctricos de PVC pueden reemplazarse por canaletas para cableado sin halógeno fijadas en muros.
Para el abastecimiento de agua existen tuberías de materiales como hierro fundido o cobre. Otro elemento que se puede usar, por ejemplo, para hacer bajantes es la cerámica.
Acabados de decoración con materiales naturales
Los acabados y la decoración son los elementos que le darán identidad a cualquier construcción. Es la parte visible en la que hay que poner especial atención. La buena noticia es que este proceso también puede hacerse con sustentabilidad. Algunos materiales que puedes utilizar son:
Fibras naturales: el mimbre y el yute aportan detalles cálidos. Un ejemplo son los cestos de mimbre que, por su versatilidad, pueden utilizarse para distintos fines.
Madera: según el tono y la textura, puede añadir toques de elegancia, un aire rústico o incluso una apariencia vintage. Es muy recomendable usarla en los muebles.
Telas orgánicas: materiales como el lino y el algodón han ganado popularidad porque aportan frescura y suavidad. Son muy recomendables para ropa de cama y elementos decorativos como mantas. Otro uso que está en tendencia es en las cortinas, ya que dichos materiales permiten que el aire fluya y la luz se atenúe.
Ratán: por su resistencia, es ideal para exteriores. Por ejemplo, muebles de jardín.
Gres: se obtiene al cocer a altas temperaturas arcilla y arena con cuarzo. Este material suele usarse para el acabado de suelos gracias a su resistencia y a que no se raya con facilidad.
Habitar los espacios de una forma más sustentable comienza desde la conceptualización del proyecto y la selección de los materiales. Por ese motivo, siempre es recomendable preguntarse si la elección que hicimos es realmente la mejor.
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