Hoy en día, la practicidad, flexibilidad y calidad son atributos muy valorados en el desarrollo de los proyectos arquitectónicos. En este contexto, la construcción modular se alza como una solución útil y efectiva. Aquí exploramos las características de esta alternativa de construcción.
Lo esencial de la construcción modular
Se trata de un proceso en el que un edificio se construye en una fábrica. Esto se hace bajo condiciones controladas y con los mismos estándares de una edificación convencional. Posteriormente, los módulos del diseño se transportan al lugar de la obra y se ensamblan (Zimmermann, 2022).
Se considera que existen dos grandes categorías de construcción modular: permanente y localizable. La permanente se usa para edificios fijos de uno o varios pisos. Un ejemplo es el Centro de Investigación de Ciencias de la Universidad de Delaware, en Estados Unidos (Modular Building Institute, s.f.).
Por otro lado, los proyectos relocalizables están pensados para utilizarse varias veces en distintos lugares con propósitos diversos. Es el caso de las viviendas para trabajadores mineros en Quebrada Blanca, en Chile, o los hospitales de respuesta de emergencia para el COVID instalados en Georgia, Estados Unidos (Modular Building Institute, s.f.).
Así, este tipo de construcción puede aplicarse para crear todo tipo de entornos, desde casas inteligentes hasta edificaciones con terrazas modernas, por ejemplo.
Materiales más utilizados
Los materiales líderes en este tipo de construcción son (Arqhys, s.f.):
Hormigón, que ofrece aislación térmica superior y una gran disminución del ruido en las edificaciones. Forma bloques rectangulares con cámaras de aire ventiladas.
Acero, que permite un diseño bioclimático. Es un material muy estable y duradero.
Madera, que es tanto económica como liviana.
¿Por qué usar esta alternativa de construcción?
La construcción modular es una opción sólida para crear distintos tipos de proyectos, desde edificaciones sencillas hasta obras con fachadas modernas o un diseño de escaleras innovador. Aspectos tan específicos como áreas con separación de ambientes o construcciones diseñadas para integrarse a un entorno creado utilizando paisajismo pueden ser parte de una obra modular, mientras se conciba de esa manera desde el inicio (Cao, 2020).
Este tipo de construcción ofrece diversas ventajas (Cao, 2020; Modular Building Institute, s.f.; Zimmermann, 2022):
Tiempos de construcción menores.
Mayor agilidad del proyecto, pues se crean los módulos al tiempo que se prepara el terreno. Además, el proyecto no se atrasa por las condiciones del clima.
Retorno de la inversión más veloz, ya que la construcción entra en funcionamiento más rápidamente.
Productividad fortalecida al trabajar en condiciones controladas.
Mayor previsibilidad de los costos.
Sostenibilidad superior. Los módulos pueden relocalizarse o remodelarse para un nuevo uso, lo que disminuye la demanda de materias primas. Los materiales se manejan en la fábrica, de modo que se reciclan y se controla el inventario fácilmente.
Flexibilidad para integrar los módulos a distintos diseños exteriores.
Seguridad mejorada para trabajadores al laborar en entornos controlados.
El desarrollo de la construcción modular sugiere que en un futuro llegará a la automatización. Además, si sigue reportando beneficios, es esperable que su uso crezca en todo el mundo. ¿Tienes en mente un proyecto arquitectónico en el que pueda convenir este estilo de construcción?
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